Geografía e idiomas:
Suiza es un país situado en el centro del continente europeo. Esta posición geográfica le confiere algunas particularidades que lo diferencian del resto de sus vecinos.
Es un país pequeño que tiene aproximadamente unos 8 millones de habitantes. La parte sur cuenta con un gran cinturón de montañas: Los Alpes suizos. Esta zona es menos poblada que la parte central y norte del país (le Jura).
La parte central de Suiza es la región más densamente poblada en la que se concentran la mayoría de aglomeraciones y centros industriales del país. El terreno es boscoso y posee una gran variedad de lagos dentro de los que se destacan el lago Lemán, el lago de Constanza y el lago de Neuchâtel que es el más grande enteramente suizo puesto que los otros dos son fronterizos.
En la parte norte tiene presencia el macizo del Jura que forma una frontera natural con Francia. Es una región poco poblada compuesta de bosques y zonas agrícolas.
La situación geográfica de Suiza hace que se encuentre en una zona de grandes convergencias lingüísticas. Es así como en este país se hablan cuatro idiomas oficiales de igual valor: el suizo-alemán, el francés, el italiano y el romanche.
Algunas precisiones son necesarias en lo relativo a los idiomas oficiales suizos y en particular con el suizo-alemán y el romanche:
1. El suizo-alemán es hablado por la mayoría de suizo y es una suerte de dialecto no uniforme del alemán. Existen muchas variedades de suizo-alemán hablados en diferentes cantones que incluso para algunos nativos puede resultar difícil su comprensión. Es tan particular el suizo-alemán que incluso los alemanes del norte de Alemania suelen tener muchas dificultades para comprender cualquier dialecto suizo.
2. El romanche es la manera genérica de llamar a las lenguas retorrománicas habladas en suiza. En realidad existen cinco variedades lingüísticas, todas oficiales. El romanche es hablado principalmente en algunos pueblos del cantón de Grisones.
A pesar del rompecabezas que esto pueda significar para algunas personas, el poseer cuatro idiomas oficiales con sus respectivas regiones lingüísticas no ha sido un impedimento para la cohesión del país. Esto se ha traducido, al contrario, en una gran ventaja a nivel internacional, ya que los suizos pueden presumir de hablar al menos dos idiomas nacionales más el inglés. El enclave lingüístico en el que se sitúa Suiza hace de sus nacionales unos políglotas innatos y un lugar codiciado para aquellos que quieran venir a aprender idiomas.
Cultura:
Tradicionalmente se puede hablar de tres regiones con culturas diferentes que son influenciadas por las lenguas allí habladas: la suiza-alemana, la suiza-francesa y la suiza italiana. En un país con tal diversidad de idiosincrasias no se puede hablar de una sola cultura, a pesar de su pequeño tamaño.
La diferencia de mentalidades no solamente se rige por el origen lingüístico sino que también por las características urbanas o rurales de los cantones. Habitualmente y de manera coloquial se habla de una gran frontera que divide la suiza-alemana de la suiza-francesa: el Röstigraben o la barrera del Rösti. Frecuentemente, esta barrera marca también una diferencia en los resultados de las votaciones federales.
Sistema político:
Suiza tiene un sistema de gobierno federal, tanto a escala municipal, como cantonal y federal. La democracia directa permite a la población una participación directa en la toma de decisiones en todos los niveles políticos. Estas amplias posibilidades de cogestión son decisivas para un país con una diversidad geográfica, cultural y lingüística tan grande.
Desde la fundación del Estado federal en 1848, Suiza ha ampliado las posibilidades de cogestión de la ciudadanía. Diversos instrumentos permiten la mayor inclusión posible de las minorías, una particularidad política decisiva en un país con lenguas y culturas tan diversas. El régimen federal del Estado permite a los políticos hacer una política lo más próxima posible a las preocupaciones de la ciudadanía. La comuna, la corporación más cercana a las personas, recibe un máximo de competencias. Solo donde sea necesario, se delegan competencias en los cantones y la Confederación, las entidades estatales superiores.
Suiza es una democracia directa. Los suizos poseen, además del habitual derecho de sufragio, también el derecho de votar sobre asuntos concretos. El Consejo Federal es el poder ejecutivo en Suiza y está constituido por un colegio de siete ministros que toman decisiones por consenso. Los consejeros federales son elegidos por la Asamblea Federal Unida, constituida a su vez por el Consejo Nacional, la cámara baja que representa al pueblo, y el Consejo de los Estados, la cámara alta que representa los cantones. En este parlamento defienden sus posiciones representantes populares de un total de once partidos políticos.